A continuación, destacamos una entrevista realizada por el Diario Pyme a Rodrigo Vega, director de la Fundación para la Inovación Agraria. Lo hacemos, ya que nos pone en alerta sobre el hecho de que la innovación es un proceso que va mucho más allá del desarrollo de nuevas tecnologías y en general de elementos tangibles para la producción, involucrando perspectivas que comunmente son dejadas de lado como los procesos, la gestión y las formas de organización.En ambas perspectivas se vislumbra la oportunidad de relevar el modelo cooperativa, como una propuesta programática para el desarrollo economico y social con gran potencial, en marcos institucionales que buscan promover la innovación en los terminos que estan planteados en la entrevista.
El director de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) explica hacia dónde apuntan los objetivos de la institución y destaca que el sector agrícola es uno de los más innovadores en la historia de Chile.
- Agroinnovadores [1]
- Proyecciones [2]
"¿Y qué hacemos ahora, don Rodrigo?", esa es la pregunta que varios campesinos le han hecho al director de FIA, cuando la temporada de cosecha está mala o cuando el clima juega en contra de la producción destinada para todo el año.
"Innovar", es la respuesta que entrega Vega a los pequeños agricultores. Y es que la fundación en estos 12 años de existencia ha financiado diversas iniciativas que fomentan una cultura de innovación en la agricultura, sin importar el tamaño de los productores.
¿Cuál es su balance de la labor de FIA durante el 2007?
Estamos en un proceso institucional de evolución. Definimos nuestro modelo de negocios en una estrategia de anticipación, es decir, nuestros procesos tienen que ver con un desarrollo estratégico y una mirada a futuro. Para eso organizamos una nueva unidad que se llama valorización de resultados, que mide los proyectos y hace un seguimiento y evaluación del valor de la iniciativa.
¿Qué hechos fueron los más importantes para la fundación?
Se iniciaron los programas de Innovación Territorial que articulan iniciativas como estudios, giras técnicas y consultorías, en un terriotrio determinado. Los primeros partieron en la IX Región en los rubros de raps y ovinos.
Esto responde a la necesidad de enfrentar procesos de innovación, no individualmente sino que grupal y asociativamente. Agrupar pequeños y medianos agricultores en un territorio determinado, con las mismas características de suelo, permite un proceso de innovación más pertinente.
¿Qué otros hitos marcaron el 2007?
Desarrollamos la primera convocatoria en Innovación en Marketing Agroalimentario (IMA) que fue un exitazo, ya que se apoyó a la empresa hacia adentro para desarrollar su marketing. ProChile se encarga de la imagen hacia afuera del país, pero era necesario este instrumento para que la empresa mejore sus etiquetas, envases y ahí se apoya con estudios e instrumentos especificos.
Además partió el comité agro gastronómico que trata de unir desde el potrero hasta la mesa más sofisticada. Muchas veces un excelente producto termina "hecho pebre" porque individualmente está muy mal hecho o cocinado. Se trata de juntar a los chefs top del país con los campesinos para recopilar y reconocer los productos típicos de nuestro pais, lograr una cocina con identidad.
A juicio de Vega, el sector agrícola chileno es líder en innovación, ya que a más 40 años de la reforma agraria, nuestro país tiene un excedente de tres mil millones de dólares, con industrias frutícolas, forestales y salmoneras muy fuertes que antes no existían. Sin embargo, es enfático en reconocer que aún queda mucho por hacer en la materia.
¿Qué es lo que falta en innovación agrícola?
Nos falta hacer más instrumentos que apoyen la innovación, una visita más a terreno. No basta con que se publique en una página web, hay que hacer visitas a la zona, analizar los diversos grupos, los climas y empezar a trabajar con los agricultores.
¿El agricultor está dispuesto a innovar?
Por naturaleza son muy conservadores, por lo que innovar es un proceso lento que requiere de bastante pre-inversión, no es de la noche a la mañana.
¿Y cómo se puede facilitar ese proceso?
Una forma es hacerlo a través de la relación con agrupaciones. En FIA ahora facilitamos la presentación de los proyectos que desean postular a nuestros fondos, de esta forma los agricultores pueden organizarse.
¿Qué hay que mejorar para que la innovación no sea un tema lejano a los campesinos?
A veces a los pequeños agricultores les queda "como poncho" el tema de la innovación, de probar con otras variedades de frutos, por ejemplo. Esta tarea no es para que Don Ramiro de Pelarco emprenda solo, requiere de un acompañamiento del sector público. El Estado debe destinar más recursos e instrumentos para difundir esta materia. Y ese es el desafío que tenemos, que la innovación no sea excluyente, ni complicada, ni en un lenguaje extraño.
¿Cuáles son las metas de la fundación para este año?
Seguiremos apoyando muy fuerte los programas de desarrollo territorial para lograr asociar los campesinos con cadenas productivas.También trabajaremos en acercar las tecnologías de información a sectores que necesitan conectarse al sistema. El desafío es acercar a todas las regiones los instrumentos para que la innovación sea más accesible, fácil y amigable.
Innovación no es un problema científico, de alto vuelo, no es inventar un nuevo chip o transistor como ocurría años atrás, sino que se trata de hacer algo de una manera distinta, que es apreciado por el mercado. Innovaciones en productos o procesos y eso no necesariamente tiene que ver con tecnología.
